quarta-feira, 10 de agosto de 2011

Desprendimiento

Dulzura de sentirse cada vez más lejano.
Más lejano y más vago... 
Sin saber si es porque las cosas se van yendo
o es uno el que se va. 
Dulzura del olvido como un rocío leve cayendo en la tiniebla... 
Dulzura de sentirse limpio de toda cosa. 
Dulzura de elevarse y ser como la estrella inaccesible y alta, 
alumbrando en silencio...
En silencio,
¡Dios mío!...

Nenhum comentário: